La limpieza de fachada del edificio en el que se ubica una empresa es más importante de lo que pudiera parecer para su imagen corporativa.
Desde el momento en el que un potencial cliente, inversor o empleado se aproxima a la empresa, su percepción sobre la misma comienza a formarse. Todos los detalles cuentan. Y no debemos olvidar que la fachada o parte externa del edificio es lo primero que se ve, la primera toma de contacto. Y también, la parte más expuesta y desprotegida frente a agentes externos como la lluvia, la polución o ante acciones vandálicas.
Una fachada limpia y bien cuidada transmite valores como profesionalismo, compromiso con la excelencia, etc. Por otro lado, una fachada descuidada puede enviar un mensaje completamente diferente, uno de desinterés y falta de atención a los detalles.
Beneficios empresariales de contar con una fachada impecable
Como hemos visto, las fachadas de los edificios son su cara más expuesta. Ellas son las que sufren las inclemencias del tiempo, la contaminación, el desgaste natural ocasionado por el viento o por encontrarse en zonas húmedas, el vandalismo, etc.
Las zonas bajas de los edificios sufren un desgaste aún mayor, los roces al pasar la gente, los grafitis, cualquiera que apoye sus manos o pies en ellas. Da igual del material que sean que a la larga se van ensuciando y desgastando.
Por otro lado, cuando los clientes, socios comerciales o visitantes ingresan a un edificio corporativo, la fachada es lo primero que ven. Esta primera impresión puede ser determinante para establecer una relación positiva o negativa con la empresa. Una fachada limpia y atractiva indica que la empresa se preocupa por los detalles y la calidad en todos los aspectos de su negocio. Sin embargo, una fachada sucia o deteriorada puede hacer que los visitantes cuestionen la calidad de los servicios o productos que ofrece la empresa.
Esto puede traducirse en relaciones comerciales más sólidas y una mayor lealtad por parte de los clientes o puede influir en la decisión de los inversores de respaldar o no a la empresa.
Por tanto, las empresas deben prestar atención a la limpieza y el mantenimiento de sus fachadas, si quieren ofrecer una buena imagen corporativa. Pero, además, una correcta limpieza de sus fachadas y elementos exteriores visibles, puede ayudarles a:
La conservación del propio edificio y sus materiales. Aunque parezca la parte más resistente de los edificios las fachadas tienen que mantenerse. El viento erosiona partes, el agua de la lluvia va borrando sus colores y su brillo, el polvo se va acumulando en los salientes. Como consecuencia pueden aparecer grietas, humedades, etc. con las indeseables consecuencias que ello conlleva.
Mayor motivación por parte de los empleados. Trabajar en un entorno limpio y bien cuidado puede aumentar la moral de los empleados y su sentido de pertenencia a la empresa. Por otro lado, un edificio descuidado puede hacer que los empleados se sientan menos valorados y menos motivados en su trabajo.
Cumplimiento legal y medioambiente. En muchos lugares, existen regulaciones que requieren que los edificios corporativos se mantengan en buen estado de limpieza y conservación (por ejemplo, edificios corporativos ubicados en el casco histórico de una ciudad). Además, la limpieza regular de las fachadas contribuye a la sostenibilidad al prolongar la vida útil de los materiales de construcción y reducir la necesidad de reemplazarlos, lo que a su vez reduce el desperdicio y el impacto ambiental.
¿Qué aspectos debemos tener en cuenta a la hora de realizar la limpieza de una fachada corporativa?
A la hora de llevar a cabo los trabajos de limpieza de fachadas en un edificio corporativo es importante contar con los servicios de una empresa especializada que cuente con la experiencia, las herramientas y los profesionales adecuados para este tipo de trabajos.
Cuando se acomete la limpieza de la fachada de un edificio es muy importante la planificación y el trabajo previo. El primer paso es evaluar la propia fachada, qué revestimiento tiene y, el grado de suciedad. No es lo mismo un edificio ubicado en una zona costera que en un polígono industrial o en el centro de una ciudad.
También se debe valorar si existen áreas que hayan sufrido actos vandálicos como grafitis o si hay manchas de moho, óxido, humedades o cualquier otro tipo de desperfecto.
Teniendo en cuenta todos estos aspectos, se realiza un plan de trabajo en el que se determinará la periodicidad necesaria en las labores de limpieza, los productos y herramientas, el personal mejor cualificado, etc. No debemos olvidar que la correcta limpieza de fachadas requiere, en muchas ocasiones, de la realización de trabajos en altura, por lo que la elección de los profesionales adecuados es muy importante.
En Mondolimp ofrecemos un servicio integral de limpieza de fachadas que incluye trabajos en altura, descalcificaciones o la limpieza de grafitis, en caso de ser necesario.
Tener una fachada descuidada, sucia o deteriorada va totalmente en contra de lo que cualquier empresa querría expresar corporativamente a sus consumidores, socios o proveedores. Pídenos tu presupuesto sin compromiso y mejora tu imagen corporativa.