UN ENEMIGO QUE ACORTA LA VIDA ÚTIL DE NUESTRA SOLERA Desde Mondolimp, cada día nos encontramos con mayor número de clientes que acuden a nosotros para que intentemos solucionar los problemas derivados de la aparición de fisuraciones en el pavimento de sus instalaciones. Como consecuencia de la aparición de estas fisuras se llega a un deterioro progresivo de la solera, dificultando su uso diario. Bien sea para el acopio de materiales como el continuo trasiego de maquinaria (vehículos a motor, carretillas, retráctiles, etc..). Entre las lesiones más habituales de las soleras se encuentran: las fisuraciones, las humedades por filtración y/o por capilaridad tanto del propio elemento, como en las fábricas de cerramientos o tabiquería en contacto con las soleras, dichas humedades pueden aparecer como consecuencia del agua procedente del nivel freático, fugas o rotura de redes de saneamiento, etc. Sin entrar a valorar en este post si la aparición de las distintas lesiones en la solera son derivadas del proceso constructivo (etapa de proyecto, etapa de puesta en obra, etapa de uso y mantenimiento, etc…), sí que es conveniente, al menos de forma general, describir las principales lesiones o patologías que nos podemos encontrar en las soleras de hormigón: Fisuraciones de retracción o contracción del hormigón de la solera debido a un inadecuado espaciado de las juntas en función al espesor de la solera y el posible rozamiento con la base de apoyo. Así como también pueden aparecer por la realización tardía del aserrado de las juntas (entre la 6 y 24 horas de la puesta en obra del hormigón). O también por una deficiente o excesiva profundidad de...
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